La cuchara

La técnica de la cuchara se originó en Cortegana (Huelva-Andalucía) hacia 1930. A estas cucharas se les corta la punta de la cazoleta y usando una para cada color, mientras con una mano el alfarero hace girar la pieza a decorar, con la otra vierte con las cucharas los colores, creando jaspeados y diferentes dibujos.

En un pueblo con 20 alfareros a finales del siglo XIX, ya solo nos queda Enrique, que aguanta los embistes de la modernización con un pequeño horno y torno desde los cuales produce pequeñas cantidades de cerámica que pronto, cuando se retire, serán piezas de museo.