Soy Alexandra, la persona tras El Consulado.

Todo comenzó con una caja de galletas, esta caja me llevó a un pequeño pueblo hogar de tejedores de lana merina y mi curiosidad natural me llevó a encontrar más talleres artesanos.

Como licenciada en Historia el manejo de la información del patrimonio cultural y sus fuentes, la búsqueda y diseminación del conocimiento era algo con lo que estaba familiarizada, así que pronto empecé a entender la tradición, los procesos, los materiales y la problemática de cada artesano, pieza, oficio y lugar

Mi objetivo con El Consulado es aportar mi grano de arena en la divulgación de estos oficios y conocimientos entrelazados con la historia y la sostenibilidad.

Viajamos hasta el artesano, entendemos sus procesos, la tradición, la historia y siempre tratamos con ellos directamente.

Es por eso que nuestras piezas tienen nombre y apellidos.